jueves, 10 de noviembre de 2016

EMI Parte II ~ Taller "Espacio y geometría en el Jardín" a cargo de la Profesora Fernanda Penas

“Espacio y geometría en el Jardín. Propuestas para su enseñanza.”
Profesora Fernanda Penas (Aula 31)

Luego de la conferencia inicial, dada por el Licenciado Gustavo Schujman, nos dirigimos (junto a mis amigas Noe y Sol) al encuentro con la profe Fernanda Penas, quién nos esperaba para el taller "Espacio y Geometría en el Jardín. Propuestas para su enseñanza". Ya conocía a la profe ya que cursé con ella la materia Matemática en el Nivel Inicial y me fascinó. Por este motivo elegí concurrir a este taller. Además, el título del mismo me generó incertidumbre… ¿Espacio, geometría? ¿En el jardín de infantes? ¿Cómo enseñar estos contenidos? y, también me pregunté ¿es pertinente enseñarlos en el nivel inicial? Más allá de que sean contenidos del área de matemática dentro del diseño de 4 y 5 años, siempre me parecieron contenidos más relacionados con primaria que con inicial. No tanto el espacio, porque eso si se da en el jardín, pero geometría, al menos como yo la entendía, me resultaba compleja de pensar para niños tan pequeños. Este taller me ayudó a cambiar mi opinión.
Para comenzar la profe nos contó que la enseñanza de la matemática actual, su enfoque, cambió (bienvenido sea) con respecto a cómo habíamos aprendido nosotras. Y dio algunos ejemplos que rápidamente puede encontrar dentro de mi biografía escolar (pintar figuras: el triángulo de amarillo, el cuadrado de rojo, y el circulo de azul; reconocer figuras en la sala: las ventanas cuadradas, las mesas rectangulares). El objetivo y, por lo tanto el aprendizaje, estaba puesto en reconocer y saber los nombres de esas figuras. En el caso del espacio, la enseñanza se daba a través de pares de palabras, por ejemplo arriba/abajo, adentro/afuera, derecha/izquierda… el docente no podía continuar explicando el contenido siguiente si el alumno no había logrado adquirir el contenido anterior. Penas explica que los/as niños/as, ya ingresan al jardín con conocimientos sobre espacio y geometría que los aprendieron en sus casas. Cuando la mamá de ese niño le dice “busca la pelota que está debajo de la cama” “al lado del sillón” “arriba de la mesa” y el/la pequeño/a, aun sin haber adquirido el lenguaje, logra entender y realizar el pedido; ese niño/a ha adquirido nociones espaciales, en primer lugar, a través de los sentidos, observación y accionar sobre la realidad circundante y luego, todo ese aprendizaje lo interioriza a través del lenguaje.
Luego de esta breve introducción, la profe nos propone reunirnos en grupos para realizar unas actividades sobre espacio y geometría posibles para trabajar con nuestros grupos de alumnos.

En la primera actividad teníamos que dictar, al otro grupo, nociones espaciales para poder ubicar a cuatro personajes. Y luego, ese grupo nos dictaba a nosotras. Una compañera anotaba las directivas de ambos grupos. Algunos de los problemas que surgieron, fueron relacionados a la percepción que cada grupo tenía de ese mismo espacio y la dificultad de dictar referencias espaciales ya que estas varían según “donde uno se pare a mirar”.


La siguiente actividad, sobre geometría, también implicaba un dictado pero esta vez de figuras que no eran del todo figuras geométricas, sino que eran similares pero con alguna modificación. La idea era que un grupo las ubicara en un tablero de 3 por 2 y que luego dicte al otro grupo la ubicación de las mismas. Esta actividad fue interesante ya que las figuras al no poder ser nombradas como figuras geométricas (porque no lo eran), la complejidad residía en nombrarlas. Cada grupo les adjudicó un nombre diferente teniendo en cuanta a que se parecían.

 

Luego, la profesora nos hizo socializar la experiencia a ambos grupos y pasó a mostrarnos algunos videos en los cuales se podían ver la misma actividad pero en diferentes salas en el jardín de infantes.
Lo interesante de estos videos fue la forma en la cual los/as niños/as resolvían los problemas, más que nada por falta de lenguaje, al dictar posiciones a sus compañeros. Al verlos pensaba “a mí me cuesta guiar a alguien por ejemplo cuando me preguntan cómo llegar a tal lugar”… no me imaginaba que los/as niños/as pudieran resolver este inconveniente tan sencillamente.
El último video que nos compartió, me encantó ya que trataba sobre el dictado de posiciones espaciales pero con unos tableros con animales de la selva. Habían dos grupos de cinco niños/as aprox. Un grupo distribuía los animales por el tablero y luego se los dictaba. El tablero no tenía casilleros, nada para que los/as chicos/as pudieran tomar como referencia. Comenzaron a dictar, valiéndose de las referencias de la sala para ubicar al otro grupo por ejemplo decían “el mono está abajo” y el otro grupo repreguntaba “¿abajo dónde?”; el otro grupo contestaba “abajo cerca de la ventana”; está respuesta estaba ubicando a los/as niños/as en el cómo mirar el tablero (si abajo es cerca de la ventana, arriba es cerca de la biblioteca, adelante es cerca de las mochilas y atrás es cerca del pizarrón). El rol de la intervención docente era muy acertado, ya que socializaba algunos de los comentarios que se daban en cada grupo. Esto comentó la profe es muy importante a tener en cuanta, las intervenciones docentes no son resolutorias de los problemas, sino que tienen que apostar a la problematización y la búsqueda por parte de los/as niños/as de las soluciones; como diría Brunner deben “andamiar” las construcciones cognitivas de los/as niños/as.


Para finalizar la profe Penas volvió a resaltar la importancia de la nueva forma de enseñar la didáctica de la matemática y comentó que, esa misma mañana, había tenido el mismo taller pero con docentes ya recibidas y con algunos años de ejercicio. Docentes que han sido aprendices de aquel viejo formato de enseñar contenidos matemáticas. La profe les comentó que ya había una nueva camada de docentes que aprendieron este nuevo enfoque de enseñanza y sostuvo la necesidad de que nos dejarán espacio para la implementación de éste tipo de propuestas lúdicas… ¿nos dejarán?

Espacio de Mejora Institucional (EMI) en el Normal N°10

Conferencia Lic. Gustavo Schujman
“El diálogo en el aula y en la escuela: un camino entre emociones y razones.”



Como comienzo de su conferencia Schujman propone pensar en la mayoría de edad, en el sentido kantiano del mismo, como la capacidad de pensar por sí mismo y ser autónomo; los docentes debemos educar para que nuestros alumnos consigan esa mayoría de edad y autonomía. Él sostiene que una persona que no puede pensar por sí misma, tiende a repetir lo que escucha y le dicen; esta persona carece de ideas propias. A esto Schujman le llama “personas inauténticas” tomando el concepto de Heidegger de “inautenticidad”; cuando uno no es capaz de pensar por su mismo se puede pensar que es hablado por otros (madre/padre, familias, medios de comunicación, docentes, entre otros).
Por este motivo Schujman propone que los docentes, más allá de cualquier área curricular que pretendan enseñar, deben tener el objetivo de enseñar a pensar a sus alumnos/as, que ellos/as logren ser auténticos; proponerles una emancipación racional y reflexiva a sus propios accionares como seres humanos.

Prosigue sosteniendo que en nuestra sociedad actual impera un discurso dominante, que se va repitiendo y acrecentado en su poder para llegar a  circular y hasta reemplazar a la misma realidad. Cuenta que se puede escuchar muchas veces que los docentes dicen: “con estos chicos no se puede… hay bullying y violencia en las aulas… que en esta situación no se puede enseñar…”. Esto es un testimonio patente que el discurso de los docentes, se contagia, se repite y, en la mayoría de los casos, se pondera por sobre los hechos observables de la realidad.


Schujman hace hincapié en la diferencia entre “repetir” y “decir”, justamente las escuelas especialmente en las escuelas secundaria hay una búsqueda de los docentes para que los niños repitan, los textos, las clases y si no repiten lo que los docentes no dicen… los chicos repiten de año. Le dan valor a la repetición en vez de dar valor a que los alumnos puedan decir algo. Para explicar esto Schujman comenta una anécdota de un profesor que le dice a su alumna “Pensá antes de hablar” y la alumna responde: “¿Pero cómo puedo saber lo que pienso si no me lo oigo decir?”. Lo que la alumna le está diciendo al profesor es “dejame hablar/pensar”. El pensamiento no va disociado de la palabra, se construye con ella; necesitamos que las palabras se escuchen para poder pensar; entonces, podemos sostener que no existe una distancia muy grande entre el hablar y pensar sino que van, más bien, de la mano. 

A continuación y haciendo un interesante juego de palabras Schujman dice: “Cuando yo hablo pienso, cuando ustedes escuchan piensan en lo que estoy diciendo, los que escuchan mientras escuchan piensan en lo que estoy diciendo, se van posicionando según lo que piensan entonces ese pensamiento es nuevo. Porque nunca habían escuchado lo que están escuchando; por lo tanto se da una autentica transmisión”.
Seguido a esta reflexión, el licenciado sostiene que clave para lograr que los chicos puedan pensar es darle el espacio para hablar, y para esto tiene que haber un docente suficientemente atento en poder abstenerse. Esta abstención es para Schujman una neutralidad pedagógica que permite que los niños hablen sintiendo que el adulto está disponible para escucharlo.
Pensar es, evaluar, encontrar matices, es ver la realidad en su complejidad y no dejarse llevar por lo que se dice. Entonces pensar dialogando. Pero se pregunta ¿Qué significa diálogo? Es una palabra griega que significa: camino a través de razón, es decir un auténtico dialogo logra que las personas piensen pero también es un camino a la construcción de un acuerdo posible.
Schujman sostiene que el diálogo sólo es posible entre personas que se consideran falibles, desde personas que reconocen sus fallas y personas que puedan tener algún interés por saber lo que el otro tiene para decir. El diálogo está al servicio de poder hacer algo juntos, no al servicio de que alguien hable y de que otro escuche. No hay asimetría en el diálogo. Hay que lograr el reconocimiento de la propia fabilidad para que sea posible, porque si no se queda en monólogo.
Tomando esta idea de acuerdo, Schujman acertadamente propone que, en realidad siempre que vamos hablar con otro debemos suponer el desacuerdo; suponer de ante mano un acuerdo implica que no hay nada que discutir. A medida que las personas dialogan, se va generando acuerdos comunes y esto hace que las personas se empoderen, sintiéndose orgullosas de estar colaborando con un pensamiento común.


Schujman hace referencia al diálogo platónico, que se da en situaciones cotidianas; no en situaciones especiales. Entonces, todo diálogo debería apuntar a lo ordinario a lo cotidiano y no a lo extraordinario, no necesita de condiciones especiales, ni de personas con conocimientos especiales para que se dé; si se precisa de espacio y de tiempo. Cierta condición del dialogo es poder pensar juntos más o menos un espacio cuidado. También hace falta, que considero sumamente importante, la predisposición para dialogar.
El buen docente no es solo aquel que dice y transmite sino también alguien que escucha, esta escucha hace posible, justamente, que un niño tenga la voluntad de hablar y participar. El niño tiene que ser capaz de observar que el docente está dispuesto hablar con él y no hablarle a él.


Hay niños que vienen con la autoestima muy dañada (de otros ámbitos que no es la escuela). Y en muchos casos, los docentes podemos llegar a empeorar la situación de ese niño cuando le decimos por ejemplo “dejá, vos para esto no servís” ese “vos para esto no servís” podría ser catastrófico para este niño que ya viene golpeado. Los adultos podemos encontrar en nuestra biografía escolar frases de esta índole. Algún momento este “vos para esto no servís” nos cerró la puerta para siempre; en este sentido Schujaman sostiene que la escuela abre puertas también las cierra. Lo mejor en estos casos es abstenerse a empeorar la situación de ese/esos niños.

Dentro de la dinámica en las aulas, Schujman dice que se genera el debate con los niños sobre las controversias valorativas, que son legítimas ya que, provienen de las problemáticas sociales. La posición docente debería ser la neutralidad activa, que como sostiene, parecería ser una contradicción pero, en realidad, es una opción pedagógica; nosotros como los docentes, como personas educadas en diferentes contextos sociales, históricos, culturales y familiares traemos un bagaje de concepciones y valores, que no deben ser transmitidos a los chicos, pero que nos posicionan de mantera tajante a la hora de enfrentarnos a diferentes hechos de la vida aúlica. Ejemplifica Shujman que un proyecto escolar es también ser deliberante en contra de los contravalores, antagónicos al tipo de sociedad democrática y pluralista que pretendemos consolidar en nuestras instituciones educativas y sociales. 
De todas formas, y para finalizar sostiene Schujman, hay contravalores inaceptables ante los cuales, tenemos la obligación de intervenir, propiciando que nuestros alumnos valoren paulatinamente aquello este legado que los adultos, los docentes, les dejamos junto con la cultura, y que forman parte de la cultura.

Tomo como reflexión final las palabras textuales de Gustavo Schujman: 

“por ejemplo si dos niños, de Nivel Inicial, se pelean por un lápiz y uno le dice al otro “negro de mierda” la intervención del docente debe ser directa. El chico que dijo “negro de mierda” tiene que saber que dijo algo grave, si él no sabía lo que dijo, lo tiene que empezar a saber. La neutralidad no es todo terreno, pero si es una  neutralidad respecto a las diferencias ilegitimas tenemos que aceptar aun cuando no nos guste como piensa el otro, como se viste, etc. Pero hay un ámbito desde la controversia que no es aceptable esto no quiere decir que nuestra forma de actuar sea el enojo, porque la tolerancia es un proyecto educativo que va a tratar que un chico pueda ir cambiando y pensando auténticamente su forma de accionar en la vida misma”.


domingo, 30 de octubre de 2016

Las callecitas de Buenos Aires tienen ese "que se yo" viste...


Centro Cultural Paco Urondo (25 de Mayo 201)
Espacio Núbico- Recorrido Sensorial

 


Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat 
(Olga Cossettini 141)
"OJO" de MARCIA SCHVARTZ

 

lunes, 3 de octubre de 2016

¿Paseamos?...



Parque de los Laberintos - Tecnópolis

El comienzo
Elegí El Parque de los Laberintos en Tecnópolis como primer espacio cultural para recorrer. Lo que me atrajo de esta muestra fue que el artículo proponía un acercamiento al universo de Jorge Luis Borges. "Borges es una figura central este año. Celebramos su legado y lo proyectamos a nuevas generaciones a partir de propuestas artísticas que cruzan todas las disciplinas y que buscan la participación y la interacción con el público", afirmó Hernán Lombardi, ministro de Medios y Contenidos Públicos de la Nación. (Extraído de lanacion.com.ar)

Con mi socia cultural
El domingo nos juntamos con Solana, compañera y amiga, para ir juntas a Tecnópolis. Cuando llegamos note que el predio era más grande de lo que imaginaba. El día estaba ideal para caminar; había un hermoso sol y a la sombra corría una brisa refrescante. Con Sol habíamos acordado en llevar unos mates para disfrutar de nuestro recorrido.

Comenzamos a caminar por uno de los senderos asfaltados buscando el parque de los laberintos. Fuimos observando diferentes estructuras en las cuales se desarrollaban otras muestras. Chusmeamos algunas con motivo de ver si nos servían para nuestro itinerario. Luego, al ver que no encontrábamos nuestro lugar de destino, consultamos a una chica que nos guió hasta el parque.
Al llegar vimos una entrada con la leyenda "parque de los laberintos"; al cruzar el umbral observamos varios circuitos con diferentes formas. El más próximo a la entrada era uno hecho de chapas con todos graffitis decorándolas. Más lejos, divisamos uno de espejos, otro de placas de vidrios de colores, otro muy grande con varios pisos, uno de un enrejado de colores con forma hexagonal (muy llamativo visualentente). Comenzamos nuestro recorrido por éste. Al ingresar y comenzar a caminar me desilusioné ya que había una única forma de recorrer el laberinto y era en forma circular, hasta encontrar una abertura que nos llevaba a otro nivel más profundo; así sucesivamente hasta llegar al centro. Con mi amiga nos pregúntanos que tenía de laberinto esto. Decidimos visitar otro, uno con paneles de vidrios de colores. También pasó lo mismo que en el otro; más que un laberinto era un camino... no me gustó para nada. Además el espacio era muy reducido y con mi compañera lo queríamos recorrer tranquilas, charlando y tomando mates; por momentos pasaban los niños corriendo y teníamos que detenernos y dejar pasar porque te embestían.

ReflejArte
El tercer "laberinto" tenía espejos (parecían paneles de papel aluminio) que al mirarte devolvían imágenes distorsionadas. En cuanto a la forma de recorrerlo era la misma que el resto, pero este fue e que más me gustó, ya que se asimiló a la idea de laberinto que tengo; esta idea estaba proporcionada por esas imágenes borrosas, figuras desdibujadas, siluetas distorsionadas que al pasar provocaban el desconocimiento visual del propio sujeto que se detenía en busca de su reflejo. Me gustó mucho esta idea de desconocimiento de lo conocido, de ser y no ser al mismo tiempo... un laberinto de mi propia imagen.

Después fuimos a otro laberinto, cuya estructura era inmensa: tenía varios niveles, había lo alto, para recorrer. Me hizo acordar a un juego de computadora de esos de antes, tipo Pacman. Obviamente estaba lleno de niños/as jugando a subir y bajar estos niveles. Decidimos no recorrerlo.

Por último, y sinceramente ¡Al fin! Habíamos recorrido todos los espacios. Nos faltaba únicamente el del comienzo, que casi como llevándole la contra al mundo (bien a mi estilo), lo deje para el final.

El laberinto pintado de graffitis... no se si fue el cansancio, o que había mucha gente, o que ya no queríamos saber nada con esos "laberintos", lo recorrimos rapidísimo. Al salir sentí una sensación de alivio, que se esfumó casi instantáneamente cuando vimos, a lo lejos otro laberinto. Al igual que el resto era circular; tenía la particularidad de que desde afuera podías ver el centro del mismo (tenía unos juegos para niños). Su diseño era de troncos de madera de colores en círculo y como un espiral (supongo, visto desde arriba). Lo recorrimos, casi como para ganarnos el premio a las conocedoras de laberintos circulares del planeta. Así finalizó nuestra visita.

Luego continuamos recorriendo Tecnópolis y fuimos a una muestra de Cs. Naturales relacionada con los dinosaurios. Excepcional. Me encanto. Pensé: -“Que lastima que no puedo escribir sobre esto para EDDI!”-.

La muestra de los laberintos no fue del todo de mi agrado. Me gustó haberme permitido conocer Tecnópolis, la compañía de mi amiga y compañera Solana; los mates y el hermoso día al aire libre que pasé.
En cuanto a la relación de esta muestra con Borges, en varios momentos durante la recorrida pensé, en qué punto los autores de la muestra se basaron en el concepto de laberintos al cual alude el escritor argentino antes mencionado. Como no soy para nada conocedora de su obra, que queda pendiente leer algo de éste autor para intentar encontrar algún tipo de sentido o conexión con la muestra.
Quizás simplemente, era una muestra lúdica, focalizada a los niños (creo), porque no hubo complejidad alguna al momento de sortear los laberintos. En cambio, en varias ocasiones, escuché niños llorando, angustiados, llamando a sus padres, con voz de preocupación que sólo acude a nosotros cuando estamos perdidos. Pensé: -“claro, para ellos si debe ser desafiante estos espacios”-. Al oír esas reacciones, deseé volver a ser pequeña para sumergirme ingenuamente en esos laberintos y transitarlos (disfrutarlos) sin esta mirada crítica y fría, adulta, con la que los recorrí.
Esta experiencia en general me permitió reflexionar sobre algunos temas, que son pertinentes en relación a mis prácticas y futuro desenvolvimiento como docente.
Me resultó agradable el haber podido recorrer un espacio nuevo; que me haya gustado, que me proponga volver a visitarlo. Como dije al principio, haberme “permitido” conocer Tecnópolis; el motivo por el cual no había ido estaba relacionado a tema político con el cual yo asociaba ese espacio. Realmente hoy, viéndolo a distancia, y habiendo madurado en ese aspecto, creo que fue una tontería el haberme negado a concurrir a Tecnópolis por ese factor.
Creo que como docentes, y como seres humanos, estamos prefijados de ante mano de ciertos prejuicios, que tristemente a veces, reafirmamos a lo largo de nuestra vida. Generalmente nos vienen dichos, por nuestra familia, creencias, ámbitos a los que acudimos, amistades… a veces porque nos gusta pensar así, otras porque nos da vergüenza pensar de otra manera, los aceptamos; los llevamos en la piel y en la palabra (que es peor) como verdades inamovibles y absolutas. Y casi nunca, o nunca, nos permitimos cuestionalos, entenderlos y reflexionar sobre su significado implícito.

Para pensar riéndonos

Cuando lo hacemos, al menos a mi me ha pasado y me sigue pasando, nos damos cuenta de que nada o poco tiene que ver con la forma en que verdaderamente pensamos o pretendemos accionar.
Me propongo poder liberarme de esos pre-juicios para ser creativa y reflexiva de mi propia existencia. Invito a quien lo lea, a “permitirse” este desafío.


sábado, 1 de octubre de 2016

Clase Abierta de la Prof. Ana Lentini ~ ISPEI Sara C. de Eccleston


Esta clase propone pensar y reflexionar las relaciones entre la familia y el jardín maternal partiendo de la premisa, según Lentini, como una relación compleja pero necesaria. ¿Por qué compleja? Ana Lentini propone desentrañar este interrogante en su charla. Ella es antropóloga y propone una mirada desde este campo disciplinar. Además, esta charla se propone como una clase coral ya que había presente otras docentes invitadas a participar.


Ana comienza tomando el concepto de naturalización de la vida cotidiana que, según Geler, deviene de un accionar pre-juicioso, anterior al juicio. La mecanización dice Lentini es un aspecto positivo ya que nos permite realizar acciones cotidianas sin estar preguntándonos todo el tiempo que hacer.  Pero a la vez, esta mecanización puede ser perjudicial ya que no nos permite reflexionar sobre algunas problemáticas importantes. La vida cotidiana es vida de permanente accionar pre-juiciosos. Nos tranquiliza el hecho de no tener que reflexionar todo el tiempo, pero, dice Ana Lentini en otro ámbitos nos merecemos darnos la posibilidad de reflexionar sobre las cosas que rigen nuestro accionar. Como por ejemplo en el ámbito escolar.
Las personas solemos tener prejuicios de toda índole. Pero dice Ana que uno bajo ningún punto de vista puede llevar esto al ámbito institucional porque además de ser personas, somos docentes y servidores públicos y por lo tanto tenemos obligaciones sociales.
Continúa su charla hablando del concepto de familias en los contextos actuales y pasados. Hoy en día el panorama actual nos brinda un sinfín de conexiones familiares: extendidas, nucleares, diversidad de situaciones de convivencia; las familias son un enorme repertorio de situaciones de convivencia.
Las diferentes formas en las cuales las personas han ido resolviendo estas tres cosas universales, regulación de la sexualidad, la regulación de la procreación y la convivencia. Atraviesa a todos los seres humanos.
La familia ¿qué es? Pregunta al auditorio… algunas valientes contestan que familia son los padres y los hermanos. Lentini tomando esto explica una primera gran diferencia: los lazos de sangre y los lazos de parentesco. Para la escuela (universo de significaciones esperable) en general la familia está constituida por los progenitores que tienen lazos de sangre (consanguineidad).
Hoy en día no podemos definir ni pensar a la familia en estos términos. El mayor revelador para entender a la realidad social actual es que no hay una familia natural, sino que las familias son constituciones sociales… depende del tiempo histórico, sostén social y cultural y regulación del mercado sostiene Lentini. Las representaciones sociales se van complejizando en a medida que las sociedades cambian y “evolucionan”. En Latinoamérica, por mucho tiempo el formato de familia imperante era el monoparental, con un jefe de familia, el padre. A partir de las sucesivas crisis económicas, las mujeres comenzaron a abrirse paso en el mundo del trabajo; cambiando así algunas representaciones sociales como la idea del concepto de jefa de familia o mater-familia. Desde las representaciones sociales, la crianza estaba, y aun en menor medida está, ligada a la madre, actividades maternas esto supone la matrifocalidad (cabeza de hogar).
Sostiene Lentini que cambiar una representación social es mucho más tardío y lerda que el cambio en la realidad. Si nosotros nos preguntáramos a nosotros mismos cual es el ideal de familia y de convivencia tenemos claramente una posición tomada. Pero puertas adentro de una institución, como colectivo docente, esto cambia. Solemos sostener lo que lo que la institución espera de nosotros docentes; a veces buscamos un facilismo de decir que el niño se porta mal porque los padres están separados u otros factores; si el niño no tuviese “inconvenientes” no decimos nada.
Históricamente ¿qué paso con la escuela? Cuenta Lentini sobre una experiencia en la cual una madre va a anotar a su niña a una escuela y en la entrevista inicial le preguntan si la niña fue buscada/querida. Este tipo de entrevistas sirven, dice Lentini, como prontuario para esos niños en la institución. Y muchas veces se los estigmatiza por este motivo.
¿Para qué nos sirve re-presan el concepto de familiaS? se cuestiona la antropóloga.
La marginalidad y la pobreza interpelan la relación con la escuela; éstas provocan cambios en los patrones de vida de las personas; nuevas relaciones interpersonales; nuevas formas de convivencia; los lazos familiares que existen más allá de la convivencia.
Sostiene Lentini y adhiero plenamente con ella que las simplificaciones no son buenas y nos dejan por fuera de un montón de multiplicidades.

Los chicos no aprenden primero en la casa y después en la escuela. No es que una docente no puede enseñarle porque ya viene mal aprendido. La escuela se jactaba, y aún hoy lo sigue haciendo desde mi punto de vista, de ser diferente de la familia y de la sociedad. Lentini dice que la escuela impuesta una distinción entre el adentro y el afuera de la misma, por ejemplo: en tu casa hablás como quieras, pero en la escuela se habla “con propiedad y respeto”… hasta hace un tiempo era un orgullo para los padres no ser citados por la escuela. Porque el tener que acudir a la misma era sinónima de que algo habíamos hechos mal. Esto me trajo casi inminentemente, el recuerdo de mi mamá diciéndome “… que NO me vayan a llamar de la escuela…”; hoy en día ese panorama cambio desde mi punto de vista. Y esta imagen me parece que sintetiza la actual relación familias-escuelas:

Para terminar, Ana Lentini leyó un fragmento del libro “El primer hombre” de Albert Camus que me conmovió por la belleza de sus imágenes y la cercanía que tiene con la realidad social que viven algunos de nuestros alumnos.

“No, lo que los separaba, y todavía más a Jacques que a Pierre, porque esa singularidad era más marcada en su casa que en la familia de su amigo, era su imposibilidad de vincularlos a valores o motivos tradicionales. A comienzos de año cuando le interrogaron, pudo responder naturalmente que su padre había muerto en la guerra, lo cual era en definitiva una situación social, y que era huérfano de guerra, cosa que todos entendían. Pero las dificultades empezaron después. En los impresos que les entregaban, no sabía qué poner bajo el rubro «profesión de los padres». Primero escribió «ama de casa», mientras Pierre ponía «empleada de Correos». Pero Pierre le aclaró que ama de casa no era una profesión, sino que designaba a una mujer que se quedaba en casa y se ocupaba de tareas domésticas.
—No —dijo Jacques—, se ocupa de las casas de los otros y sobre todo de la del mercado de enfrente.
—Bueno —dijo Pierre vacilando—, creo que hay que poner «criada». A Jacques nunca se le había ocurrido esta idea por la simple razón de que esa palabra, demasiado rara, nunca se pronunciaba en su casa —debido también a que ninguno de ellos tenía la impresión de que trabajaba para los otros: trabajaba ante todo para sus hijos—. Jacques empezó a escribir la palabra, se detuvo y de golpe conoció la vergüenza y la vergüenza de haber sentido vergüenza. Un niño no es nada por sí mismo, son sus padres quienes lo representan. Por ellos se define, por ellos es definido a los ojos del mundo. A través de ellos se siente juzgado de verdad, es decir, juzgado sin poder apelar, y ese juicio del mundo es lo que Jacques acababa de descubrir, y junto con él, su propio juicio sobre la maldad de su propio corazón.”


miércoles, 28 de septiembre de 2016

Yoko Ono "Dream Come True"



Muestra Yoko Ono “Dream Come True” –
Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires Malba

Es miércoles, el cansancio de mitad de semana se nota en mi energía, estoy viajando rumbo al encuentro con mi amiga Noelia; hace calor pero es un lindo día de primavera.
Me reúno con mi amiga y luego de almorzar juntas, nos disponemos a ir para el Museo Malba.
La muestra de Yoko Ono, varias profes la recomendaron, sin embargo no me entusiasma demasiado. Pero como bien me propuse en este itinerario, decidí darme la posibilidad de sorprenderme. Y así fue…
Llegamos al museo, sacamos fotos de un cartel gigante en una de las paredes del Malba con la cara de Yoko y el título de la muestra “Dream Come True”. Entramos dejamos nuestras pertenencias en el guardarropas. Solo llevábamos nuestros celulares y las “ganas” (más de Noe que mías) de apreciar esta muestra.

Comenzamos a recorrer: había frases negras ploteadas en las paredes blancas; en la mitad de uno de los pasillos había una estructura rectangular con un círculo por el cual se podía ver para el otro lado. Y una indicación que decía algo así como darle la mano a un desconocido. Muy interesante. Y pensé, no solo a un desconocido, a un conocido también. Caí en cuentas de que por ejemplo, con mi amiga Noe jamás nos dimos la mano. Bueno, ese fue una linda iniciación.
Manos

En el espacio contiguo, había como unos biombos que al zigzaguearlos llevaban a un espacio en donde había la siguiente indicación: “tóquense unos a otros”. Interesante concepto de la intimidad.
Continuamos por el pasillo y en la pared se podían observar un mural con testimonios de mujeres que denunciaban algún tipo de maltrato físico, psíquico y/o emocional. Fue muy movilizante haber leído algunos de estos relatos. Los horrores que algunas vivieron y la tolerancia a estos hechos por miedo a perder todo, hijos, hogar, y hasta al propio acosador que podía ser un miembro de su familia. Estos hechos son verídicos y sus víctimas mujeres de mucha valentía por haber compartido estas nefastas experiencias.
Algunas al azar
Escalera al cielo- Mi pesadilla
Llegamos a la escalera celeste, una escalera caracol que llegaba hasta el techo y en este había un ventiluz desde el cual se podría observar el cielo. Primero subió Noe, y luego yo… me arrepentí de haber subido ya que sufro de vértigo; si bien la idea era linda, poder ver el cielo, sufrí más una incomodidad corporal ante esta experiencia. Frente a la escalera, encontramos una cruz de madera repleta de clavos, clavados y un matillo. La intervención en ésta era poder clavar un clavo, pero ya no quedaban clavos, así que decidimos clavar uno ya clavado pero más profundo, como desafiando al destino de habernos dejado sin clavos.
Cruz de "clavos"



Luego, llegamos al teléfono rojo. Noe no se animó a atenderlo por temor a lo que podía estuchar… yo lo atendí… no decía nada… pero debo reconocer que me dio incertidumbre que alguien me dijera algo, algo importante… algo. Al atender estaba esperando algo, creo que si hubiese escuchado, cualquier cosa, le hubiese dado una significación, racional, a eso que escuché. Sin embargo, el teléfono estaba mudo. Se me ocurrió marcar alguno de los números, pero desistí.


Continuamos viendo el video, bastante provocador, donde se la ve a Yoko sentada como en un escenario y de a ratos aparece un hombre y le va cortando la ropa; ella permanece inmóvil; pero su cara lo dice todo… se puede observar cómo se le llenan los ojos de lágrimas cada vez que se le arranca un trozo de ropa, sus expresiones me transmitieron ira, indignación, resignación, tristeza y desconcierto. Lo asocié con la sociedad y sus mecanismos de hacer estragos con las personas. La irrupción, sin consentimiento, a lo privado…

Llegamos a un habitáculo donde colgaba un mural todo pintado con colores blanco, negro, amarillo, azul y rojo. Proponía que cada persona/espectador deje su huella en aquel mural. Me encantó esta idea, sencilla pero verdaderamente interesante por su unicidad. Porque esa obra, no sería la misma si otras personas hubiesen intervenido, era única porque estaba ahí, en ese momento y espacio… y fue pintada por las personas que decidieron dejar su marca en ella… Me gustó este concepto de hacer una obra colectiva, y lo más interesante que rescaté es que se puede realizar en el Jardín, que el que quiera pase y deje su huella en un mural, niños y adultos y que se conforme una pintura social.
Pintura Colectiva
Casi para finalizar, llegamos a una escalera metálica la cual invitaba a subirse y observar en una especie de panel transparente buscar un ¡Si! con una lupa que colgaba de uno de los extremos de este panel. Había bastante fila para subir, pero como ya era lo último no queríamos dejar de hacerlo. Así que esperamos y en esa espera veíamos que todos los que se subían miraban con la lupa el mismo extremo. Así que cuando subimos, ya teníamos resuelto el interrogante de donde estaba la palabra “escondida”. Hubiese preferido no me den la respuesta tan digerida.


Para finalizar, bajamos al primer piso y fuimos a una especie de balcón del museo en donde había tres arbolitos. En sus ramas, troncos y hasta en las hojas mismas habían colgadas millones de papelitos blancos atados con hilo. En cada uno de esos papeles un deseo, de alguien. Coloqué mi deseo y verdaderamente, deseo que se cumpla. Esta fue la experiencia que más me gustó de toda la muestra.
Dream come Tree

En conclusión con lo recorrido y visto, debo reconocer que valió la pena recorrer esta muestra. Si bien empecé un tanto escéptica, al ir transitando las diferentes Instrucciones, me fui apropiando y significando las mismas con mí historia personal. Me acordé de personas importantes en mi vida que ya no están más; recuerdos que se fueron despertando a medida que interactuaba con las propuestas. Fue una salida interesante para reflexionar y conectarme un poco con emociones y sentimientos que no aparecen todos los días, sino que aparecen como destellos cuando estoy en presencia de algo que me convoca a sensibilizarme.
C.W.
Cerámicas
Indicaciones
Homenaje a las madres

Segunda Salida Cultural

Luis Pescetti con la Banda presentan “Queridos”   Auditorio Belgrano Domingo 21 de Mayo- 17hs. Una vez más, junto a mi compañ...