sábado, 1 de octubre de 2016

Clase Abierta de la Prof. Ana Lentini ~ ISPEI Sara C. de Eccleston


Esta clase propone pensar y reflexionar las relaciones entre la familia y el jardín maternal partiendo de la premisa, según Lentini, como una relación compleja pero necesaria. ¿Por qué compleja? Ana Lentini propone desentrañar este interrogante en su charla. Ella es antropóloga y propone una mirada desde este campo disciplinar. Además, esta charla se propone como una clase coral ya que había presente otras docentes invitadas a participar.


Ana comienza tomando el concepto de naturalización de la vida cotidiana que, según Geler, deviene de un accionar pre-juicioso, anterior al juicio. La mecanización dice Lentini es un aspecto positivo ya que nos permite realizar acciones cotidianas sin estar preguntándonos todo el tiempo que hacer.  Pero a la vez, esta mecanización puede ser perjudicial ya que no nos permite reflexionar sobre algunas problemáticas importantes. La vida cotidiana es vida de permanente accionar pre-juiciosos. Nos tranquiliza el hecho de no tener que reflexionar todo el tiempo, pero, dice Ana Lentini en otro ámbitos nos merecemos darnos la posibilidad de reflexionar sobre las cosas que rigen nuestro accionar. Como por ejemplo en el ámbito escolar.
Las personas solemos tener prejuicios de toda índole. Pero dice Ana que uno bajo ningún punto de vista puede llevar esto al ámbito institucional porque además de ser personas, somos docentes y servidores públicos y por lo tanto tenemos obligaciones sociales.
Continúa su charla hablando del concepto de familias en los contextos actuales y pasados. Hoy en día el panorama actual nos brinda un sinfín de conexiones familiares: extendidas, nucleares, diversidad de situaciones de convivencia; las familias son un enorme repertorio de situaciones de convivencia.
Las diferentes formas en las cuales las personas han ido resolviendo estas tres cosas universales, regulación de la sexualidad, la regulación de la procreación y la convivencia. Atraviesa a todos los seres humanos.
La familia ¿qué es? Pregunta al auditorio… algunas valientes contestan que familia son los padres y los hermanos. Lentini tomando esto explica una primera gran diferencia: los lazos de sangre y los lazos de parentesco. Para la escuela (universo de significaciones esperable) en general la familia está constituida por los progenitores que tienen lazos de sangre (consanguineidad).
Hoy en día no podemos definir ni pensar a la familia en estos términos. El mayor revelador para entender a la realidad social actual es que no hay una familia natural, sino que las familias son constituciones sociales… depende del tiempo histórico, sostén social y cultural y regulación del mercado sostiene Lentini. Las representaciones sociales se van complejizando en a medida que las sociedades cambian y “evolucionan”. En Latinoamérica, por mucho tiempo el formato de familia imperante era el monoparental, con un jefe de familia, el padre. A partir de las sucesivas crisis económicas, las mujeres comenzaron a abrirse paso en el mundo del trabajo; cambiando así algunas representaciones sociales como la idea del concepto de jefa de familia o mater-familia. Desde las representaciones sociales, la crianza estaba, y aun en menor medida está, ligada a la madre, actividades maternas esto supone la matrifocalidad (cabeza de hogar).
Sostiene Lentini que cambiar una representación social es mucho más tardío y lerda que el cambio en la realidad. Si nosotros nos preguntáramos a nosotros mismos cual es el ideal de familia y de convivencia tenemos claramente una posición tomada. Pero puertas adentro de una institución, como colectivo docente, esto cambia. Solemos sostener lo que lo que la institución espera de nosotros docentes; a veces buscamos un facilismo de decir que el niño se porta mal porque los padres están separados u otros factores; si el niño no tuviese “inconvenientes” no decimos nada.
Históricamente ¿qué paso con la escuela? Cuenta Lentini sobre una experiencia en la cual una madre va a anotar a su niña a una escuela y en la entrevista inicial le preguntan si la niña fue buscada/querida. Este tipo de entrevistas sirven, dice Lentini, como prontuario para esos niños en la institución. Y muchas veces se los estigmatiza por este motivo.
¿Para qué nos sirve re-presan el concepto de familiaS? se cuestiona la antropóloga.
La marginalidad y la pobreza interpelan la relación con la escuela; éstas provocan cambios en los patrones de vida de las personas; nuevas relaciones interpersonales; nuevas formas de convivencia; los lazos familiares que existen más allá de la convivencia.
Sostiene Lentini y adhiero plenamente con ella que las simplificaciones no son buenas y nos dejan por fuera de un montón de multiplicidades.

Los chicos no aprenden primero en la casa y después en la escuela. No es que una docente no puede enseñarle porque ya viene mal aprendido. La escuela se jactaba, y aún hoy lo sigue haciendo desde mi punto de vista, de ser diferente de la familia y de la sociedad. Lentini dice que la escuela impuesta una distinción entre el adentro y el afuera de la misma, por ejemplo: en tu casa hablás como quieras, pero en la escuela se habla “con propiedad y respeto”… hasta hace un tiempo era un orgullo para los padres no ser citados por la escuela. Porque el tener que acudir a la misma era sinónima de que algo habíamos hechos mal. Esto me trajo casi inminentemente, el recuerdo de mi mamá diciéndome “… que NO me vayan a llamar de la escuela…”; hoy en día ese panorama cambio desde mi punto de vista. Y esta imagen me parece que sintetiza la actual relación familias-escuelas:

Para terminar, Ana Lentini leyó un fragmento del libro “El primer hombre” de Albert Camus que me conmovió por la belleza de sus imágenes y la cercanía que tiene con la realidad social que viven algunos de nuestros alumnos.

“No, lo que los separaba, y todavía más a Jacques que a Pierre, porque esa singularidad era más marcada en su casa que en la familia de su amigo, era su imposibilidad de vincularlos a valores o motivos tradicionales. A comienzos de año cuando le interrogaron, pudo responder naturalmente que su padre había muerto en la guerra, lo cual era en definitiva una situación social, y que era huérfano de guerra, cosa que todos entendían. Pero las dificultades empezaron después. En los impresos que les entregaban, no sabía qué poner bajo el rubro «profesión de los padres». Primero escribió «ama de casa», mientras Pierre ponía «empleada de Correos». Pero Pierre le aclaró que ama de casa no era una profesión, sino que designaba a una mujer que se quedaba en casa y se ocupaba de tareas domésticas.
—No —dijo Jacques—, se ocupa de las casas de los otros y sobre todo de la del mercado de enfrente.
—Bueno —dijo Pierre vacilando—, creo que hay que poner «criada». A Jacques nunca se le había ocurrido esta idea por la simple razón de que esa palabra, demasiado rara, nunca se pronunciaba en su casa —debido también a que ninguno de ellos tenía la impresión de que trabajaba para los otros: trabajaba ante todo para sus hijos—. Jacques empezó a escribir la palabra, se detuvo y de golpe conoció la vergüenza y la vergüenza de haber sentido vergüenza. Un niño no es nada por sí mismo, son sus padres quienes lo representan. Por ellos se define, por ellos es definido a los ojos del mundo. A través de ellos se siente juzgado de verdad, es decir, juzgado sin poder apelar, y ese juicio del mundo es lo que Jacques acababa de descubrir, y junto con él, su propio juicio sobre la maldad de su propio corazón.”


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Segunda Salida Cultural

Luis Pescetti con la Banda presentan “Queridos”   Auditorio Belgrano Domingo 21 de Mayo- 17hs. Una vez más, junto a mi compañ...