“El Museo de los Mundos Imaginarios”
Centro Cultural Recoleta
Domingo 23 de Abril de 2017
http://disfrutemosba.buenosaires.gob.ar/evento/el-museo-de-los-mundos-imaginarios/13601
La selección
de esta exposición tuvo que ver con algunas fotos y videos que observé por Facebook
sobre la misma. Me llamaron la atención algunas obras que forman parte “los
mundos imaginarios” y me pareció interesante recorrerlas en vivo y en directo.
Realicé esta
salida con mi compañera Noelia el último día la dicha
exposición. Llegamos al Centro Cultural Recoleta a las 15hs aproximadamente.
Una guía del lugar nos ayudó a localizar la muestra.
La misma podía
ser comenzada por dos lugares, entradas. Elegimos, la que luego nos daríamos
cuenta que era el final. En éste había un paredón pintado con diferentes
interrogantes para los espectadores, también una mesa con lápices y papeles autoadhesivos
para dejar la respuesta.
La exposición
reunía diferentes tipos de propuestas: obras para observar, para interactuar,
obras en movimiento, algunos cuadros, videos, material audiovisual, esculturas,
entre otras cosas. Me parece interesante que una misma exposición tenga varios
tipos de propuestas ya que logra atrapar a diferentes clases de espectadores.
Las diferentes salas que recorrimos estaban plagadas de personas de todas las
edades, pero lo más interesante fue la presencia de muchos/as niños/as que corrían
e interactuaban con las obras propuestas.
Algunas de las
obras que más me gustaron, no solo por su estética sino por lo observado y
despertado en ese momento fueron: la pintura de un hombre-sirena sentado en una
roca, rodeado de basura y desechos (ver foto); la secuencia de cuatro cuadros
que muestra la transición de un hombre hasta llegar a ser un cactus; el lago
con nenúfares y un lobo y el “cuarto obscuro” en dónde se encontraba un enorme “bicho
marino” (supongo) rodeado de cinemáticas de colores flúor. Esta sala de la
muestra fue mi favorita ya que no sólo se podía observar el gigantesco “animal”
sino que además se podía recorrer el mismo por debajo, casi como entrando por
sus entrañas; en el piso había unos rollos inflados de algún material plástico
que al pisarlos daba la sensación de estar pisando órganos, además hacían un
ruido crujiente. Por un momento, se me vino a la cabeza la idea de estar adentro
de Moby Dick.
Otra de las
obras interesantes que pude observar fue un pequeño lago artificial con rocas
en donde la gente se subía y sacaba fotos. Cuando llegamos a esa sala el lago
estaba lleno, había agua, la luz de la sala hacía que se refleje la misma en
las paredes, creando unas ondas que se esparcían hasta el techo. Además se
reflejaba la sombra de las personas que estaban apreciando esa escultura
viviente (por llamarlo de alguna forma). Luego de un rato, comenzamos a ver con
mi compañera que el lago se vaciaba, generando unos círculos en el agua que se
escurría, no sé dónde; cuando se vació por completo nos percatamos de que en el
medio de ese lago había un agujero por donde se había ido toda el agua. Nos
quedamos un rato con la expectativa de que se vuelva a llenar, pero no lo hizo.
De todas formas, continuamos con la experiencia y luego, antes de irnos,
volvimos a comprobar que el lago se había vuelto a formar y así fue.
Cuando nos estábamos
despidiendo casi de la muestra, salimos por un pasillo blanco, cubierto por una
especie de enredadera color roja con ojos. De lejos parecía que las ramas
fueran de plástico, pero estaban muy bien torneadas como para lograr ese
efecto; al acercarme pude apreciar que era tela aterciopelada roja. Me encantó
está obra. El contraste entre el blanco y el rojo brillante, intenso… pasar por
allí me hizo pensar en Tim Burton, uno de mis directores favoritos… esa pared
llena de ojos y “espinas” quedaría muy bien en una de sus pelis.
Cuando salimos
del pabellón amarillo, que fue donde estaba situada la exposición, recorrimos
un poco el Centro Cultural Recoleta. Personalmente, ya conocía este espacio
cultural ya que asistí hace un par de años atrás a una muestra sobre Les
Luthiers.
Al recorrer
los pasillos del Centro Cultural, llamado Patio de los Tilos, pude observar
unos banderines o carteles de gran tamaño con obras (dibujos, pinturas e
ilustraciones) que tenían como patrón común mujeres; luego, al llegar al
principio de esta muestra al aire libre, pude averiguar que la misma era un
compendio de obras de 30 artistas, ilustradoras artistas visuales y poetas iberoamericanas
contra la violencia de género. Muy muy muy interesante y además linda de
observar ya que fue como algo sorpresivo, salíamos de una muestra que sabíamos
que queríamos visitar y fui interpelada por esta otra exposición, casi escondida
en las alturas de las columnas del Centro Cultural Recoleta. http://www.centroculturalrecoleta.org/agenda/vivan-las-mujeres
Cami, que linda experiencia tuviste en el Centro Cultural Recoleta. Yo tuve la oportunidad de ir el año pasado para cubrir las horas del edi prácticas I y me pasó algo similar a lo que vos contas. Fui pensando en una muestra, y me fui con más experiencias, variadas y super interesantes.
ResponderBorrarCreo que es muy importante que nosotras como docentes tengamos esporádicamente este tipo de experiencias directas, en conjunto con capacitaciones o charlas teóricas, de manera de estar en constante actualización y formación. Entiendo que esta es la mejor manera para poder transmitir el deseo por aprender, por descubrir, por crear, a los niños. Y este tipo de experiencias, como vos bien decías que incluye diversas acciones y roles que puede asumir el espectador, no siendo uno simplemente activo, son muy interesantes para proponerlas con los niños en su primera infancia.
Muy lindo posteo! Te felicito!