sábado, 29 de abril de 2017

Conferencia sobre Literatura Infantil en el ISPEI Sara Eccleston




El día sábado 29 asistí junto a una compañera a la conferencia de María Emilia López llevada a cabo en el ISPEI Eccleston. La presentadora brevemente comentó que López se formó en Letras, Educación y Psicología; se especializó en el acompañamiento integral de la primera infancia. Actualmente dirige el Jardín Maternal de la Facultad de Derecho de la UBA y esto lo hace desde su fundación que tiene desde 1997. En esta fundación también coordina el proyecto de formación docente. Es escritora, autora de numerosas publicaciones sobre pedagogía, arte, juego, infancia. Actualmente también dirige la colección “Del Melón” en Lugar Editorial. Es autora y coordinadora de Programas de Arte para Niños.
María Emilia propone un recorrido por el pasaje desde las primeras vivencias de los bebés con el lenguaje, literatura hasta llegar a la alfabetización convencional de los niños de Jardín de Infantes.
Leer desde bebés es leer con el cuerpo, leer para construir psiquismo porque leer es mucho más que leer libros en realidad todos los niños leen desde el mismo momento que llegan al mundo lecturas emancipatorias podríamos decir, inmersión en la lengua materna que le permite al bebé comenzar a otorgar sentidos a los estímulos infinitos que lo rodean y lo acunan en los ejes de la cultura. Desde que nacen los niños comienza a hacer el más difícil de los aprendizajes: comprender los signos intercambiados por los seres humanos alrededor de ellos y apropiárselos para hacerse comprender por lo demás. Los hacen según su propio método que es el método de todo ser parlante no comenzando por el comienzo sino insertándose siempre en un tejido de circulación que ya ha comenzado. Los bebés tienen la difícil tarea de encontrar e incorporar el significado de todas las cosas, estas se leen, algunas con los ojos, otras con los oídos, con el tacto y el contacto corporal; todos los sentidos están abiertos, hipersensibles para captar la realidad y transformarla en lenguaje. Todo es confuso en los principios de la representación; cada gesto, cada signo, cada palabra necesita volverse código, unirse con otras. Por eso muchas veces decimos que el primer libro que uno lee es el rostro de la madre.
Canción de cuna: primera poética de la infancia. La experiencia poética más temprana en la vida de los niños. Es literatura de tipo oral. Es una experiencia poética ligada a los cuidados básicos. Se trata de una relación intrínseca entre arte, juego y vida cotidiana, entre lo poético y lo psíquico, entre la construcción de vínculos tempranos y el acercamiento a la música, a la melodía y al poema. Hipótesis que la canción de cuna es una herramienta fundamental para que el bebé pueda construir un equilibrio psíquico, es decir para la salud mental del bebé. La canción de cuna sienta las bases de la sensibilidad y la percepción estética; predispone al conocimiento musical y la es la responsable de ofrecerle al niño su primera relación con la poesía. La canción de cuna potencia los recursos afectivos y lúdicos más espontáneos en la relación adulto y bebé.
Desde la vida intrauterina el bebé ya capaz de reaccionar a los estímulos auditivos del afuera, el primer sonido que escucha son los latidos del corazón de su mama y luego su voz, y la interacción del lenguaje que se da en el mundo cotidiano. La voz de la madre al nacer es la primera marca de continuidad cultural y afectiva entre el adentro y el afuera. Mecer, acariciar, ofrecer el cuerpo, jugar, cantar: todas contribuyen a la creación de envolturas psíquicas término utilizado por Anzieu. Éstas permiten a los niños comenzar a construir un psiquismo que precisa de un ordenamiento metal y sostenimiento emocional. Nosotros como trabajadores de la Educación Inicial a cargo de niños tan pequeños también debemos ofrecer esa disponibilidad corporal propicia para la construcción del psiquismo y que es espejo sonoro. La madre, el padre y las docentes son espejos en los cuales el niño comienza a leer y a comprender los significados del mundo.
Poesía: la poesía en la primera infancia juega un papel fundamental no solo como emergente de lo poético sino como material de construcción del lenguaje. La poesía es una escuela del lenguaje, dice Georges Jean, porque en el juego y en la exploración los niños ensayan sobre el significado, la musicalidad, el ordenamiento del lenguaje. Desde la poesía los niños ingresan a la lengua de la manera más grata y más efectivo: el juego. Los niños no exigen tanta racionalización de la palabra, se permiten el sinsentido y el absurdo sin resquemor. Los niños ven la poesía el juego de las palabras y eso esto es lo que más les interesa, la musicalidad y ritmo de ellas.
Establece una relación entre dos hermanas: la música y la poesía. Dentro la canción vive un poema, la letra de una canción es un poema. Un poema construido no necesariamente con las mismas cualidades. Un poema puede transformación. Muchos niños llegan a la poesía a través de canciones ya que estas son mucho más accesibles y cotidianas que la poesía. Muchas más personas están dispuestas a cantar que a leer poesía. No todas las canciones cumplen con los requisitos de un buen poema; ¿qué canciones estamos cantando y ofreciendo a nuestros alumnos? Replantearnos que estamos ofreciendo a nuestros alumnos, canciones que sean poemas estéticos o sin contenido alguno.
También hay poemas que pueden ser contados cómo cuentos por ejemplo “La historia de la pobre viejecita” de Rafael Pombo.
Libro: primera distinción lengua fáctica de la lengua del relato. La lengua fáctica es la lengua cotidiana que usamos habitualmente para la comunicación y conversación. La lengua del relato que provee la literatura: cuentos, novelas, inclusive la poesía. La lengua fáctica se completa con los gestos, las miradas; llena de omisiones, cortes de significado, no tiene una estructura sintáctica. En cambio la lengua del relato tiene una estructura completa, con tiempo, sintáctica y gramaticales y además tiene todo el concepto completo del nudo narrativo. Hay una diferencia muy notable en el desarrollo del lenguaje, el juego y del proceso de alfabetización en los niños que tienen tempranamente acceso a la lengua del relato a los que no lo tienen. Por eso es tan importante que desde que los niños llegan al Jardín Maternal y luego al de Infantes, los docentes les ofrezcamos variadas situaciones de encuentro con la lectura, la poesía y la disponibilidad humana para ello, en pos de brindarles una mejor y más fácil desarrollo a sus capacidades de juego, imaginación y procesos de alfabetización convencional.
Emilia López platea dos preguntas: ¿cuáles son los buenos libros?, y por otro lado, ¿qué clase de mediaciones habilitan un acercamiento emancipatorio? No solo es importante acercarles a los niños buenos libros, pero no alcanza con eso, sino también buenas intervenciones. En cuanto a la selección de libros, la autora sostiene que el libro es un objeto artístico, por eso es tan importante no solo la historia sino las ilustraciones y la utilización del lenguaje que este propone.
Para finalizar, López reafirma la importancia de leer a los niños para que ellos descubran qué tipo de lectores son, sus gustos y necesidades. Además las docentes debemos variar las formas de acercamiento de los niños y la literatura: cantar, leer, narrar; proponer y abrir todos los canales de la conversación y comunicación.

 
 

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